La OMS recomienda no utilizar durante más de una hora los auriculares, y a un nivel bajo. A todo volumen, sólo cuatro minutos. La epidemia del ruido es paradójicamente silenciosa. Es un fantasma que está presente cuando podemos escuchar la música que sale de los auriculares de alguien sentado frente a nosotros en el metro, mientras tomamos una bebida con amigos en un club o al gritar frenéticos junto a otros miles de personas en un estadio de fútbol. Nadie está a salvo de ella, pero afecta especialmente a los jóvenes. La Organización Mundial de la Salud (OMS) advierte que 1.100 millones de jóvenes de todo el mundo están en riesgo de sufrir pérdidas de audición debido a la exposición a ruidos que forman parte de nuestros hábitos cotidianos. Más de 43 millones de personas de entre 12 y 35 años sufren ya de pérdidas auditivas discapacitantes en los países desarrollados. En un informe publicado con motivo del Día Internacional de la Atención Ontológica (cuidados auditivos), que
"El profesor mediocre, dice. El buen profesor, explica. El profesor superior, demuestra. El gran profesor, inspira"... por William Arthur Ward